martes, 18 de noviembre de 2014

Navegando sin radar

Reconozco que me gusta descubrir blogs y sitios webs escondidos.
Paso mucho tiempo visitando sitios en la red, casi siempre de los cuatro o cinco temas que más me atraen.
Y casi siempre, esos blogs tienen enlaces a otros, y comienzas a enganchar saltos de coordenadas como quien no quiere la cosa.
Si el sitio me es medianamente entretenido, comienzo a tirar hacía atrás en sus entradas, llegando hasta el final o cuando se junten 2 entradas que no me gusten, lo que ocurra antes, aunque muchos tienen etiquetas de los temas, y hasta listado, y esto hace que uno pueda ir directamente al tema sin perderse nada.

Esta navegación blogera realmente, en los últimos años, torna a arqueología.
Si, la mayoría de los blogs estan oficialmente cerrados o simplemente abandonadas tras una entrada normal y sin despedida.

No hace muchos años, todos teníamos un blog, algunos hasta 2 o 3.
La posibilidad de crearlo con relativa facilidad hacía que cualquier calentón sirviera para parir el neonesimo blog sobre cine, coches, magic o un largo etc...
La misma rapidez con la que muchos después los olvidábamos.
Aparte estan los que, tras 3 o 4 años actualizándolo, acaban aburridos, y optan por poner un sabio final, en parte porque como todo en esta vida, todo tiene un principio y un final.
Pero cada vez más, la red es un verdadero cementerio de elefantes disfrazados de blogs.
Supongo que la culpa sera de muchas cosas, principalmente porque si no tienes nadie que te siga o comente, por mucho que digas que no, cuando se acaba ese ímpetu de comenzar algo nuevo, ya no queda nada.

Como uno no puede preparar expediciones para visitar las ruinas de las antiguas civilizaciones, este es sin duda un sustituto aceptable cuanto menos.
Leer como un blog nace, se desarrolla, tiene éxitos y comentarios, estos últimos empiezan a decaer, y que todo termine con una lapida escrita por su creador.

Muchos me diréis que porque no visito los blogs que siguen vivo.
Bueno, en parte porque cada vez hay menos, y porque la mayoría no pasan de escaparate cual folleto de buzón.

Que por cierto, aunque normalmente, en cuanto a los sitios de juegos de mesa, si que hay varios abiertos, es una pena porque casi todos son del mismo palo, juegos que la verdad es que me atraen poco.
Ya si espero encontrar de minorías como los wargames, ya es mejor terminar de aprender ingles.

Los sitios que hablen sobre wargames (de tablero, no de pintar y soltar dinero a mansalva) es un rara avís que sorprende por los pocos que hay.
Supongo que los pocos que existen acaban un poco pecando de endogamia, y uno termina haciendo un sitio para él, algún despistado y su compañero de toda la vida de partidas.
Que a ver cuando a alguien le da por crear una revista, de papel o digital, sobre los wargames, porque es una pena que no halla nada de nada en ese aspecto.
Supongo que será  porque no terminará de rentar, pero es algo curioso que ni se intente...

Quien sabe si, dentro de 10 años, un marino solitario acabe leyendo esta entrada, cuando ya este blog esté abandonado, y yo metido en otros insanos pasatiempos.
Esperemos que Bloger mantenga su palabra y no borre nada.

Operation Battleaxe: Wavell vs. Rommel, 1941 (fotos familiares)


jueves, 13 de noviembre de 2014

Jugando a ...FAB: The Bulge

Pues en mi partida de subgrupo con el colega wargamero, como esta semana jugué al The Bulge: 6th Panzer Army, decidió preparar y que jugáramos otro juego sobre esa ofensiva, pero a una escala mayor, claro.

Esta serie está entre sus preferidas, aunque como le digo yo, siempre que habla de un wargame de su colección dice lo mismo...

El juego es con cubos de maderas y zonal, pero también utiliza marcadores especiales de artillería, eventos y otros efectos.
Como es normal, el Alemán en el primer turno arrasa, y al Americano solo le queda esperar mejores tiempos.
El juego es un wargame ligero, pero creo que tiene muchos detalles de simulación que lo convierten en algo muy atractivo.